septiembre 23, 2007

LOS SANDWICHES A TRAVÉS DE LA HISTORIA

Hoy en día los sándwiches son parte primordial de la alimentación de todos nosotros, ya sea en pan de caja, bolillo, chapata, baguette, bagel, bollo, pita, tortilla o incluso matza, el concepto del sándwich es el mismo: tener generalmente 2 piezas de cualquier tipo de pan y en medio llevar una variedad de carnes (embutidos o pollo o huevo o atún) y/o quesos, con verduras (generalmente lechuga y jitomate) y aderezos como mayonesa, mostaza o mantequilla.
El primer registro que se tiene de la combinación de pan con algunos ingredientes viene del siglo 1 A.C con el Rabino Hillel, quien durante los festejos de Pesaj colocó varias rebanadas de manzana, nueces y especias entre dos pedazos de matza, y hay la otra versión de que colocó cordero con hierbas entre el pan ácimo.
En la edad media era compón usar trozos de pan (“trenchers”) como platos para colocar la comida encima y al finalizar la gente se comía ese pan si seguía con hambre o se las daba a los perros o limosneros. También se sabe que en Europa, Mediterráneo y el Medio Oriente la gente consumía carnes y quesos condimentados con pan o masa pastelera, aunque no llevaban el nombre de “sándwich”.
La palabra “sándwich” surgió hasta finales del siglo 18, cuando el periodista Edward Gibbon de un periódico inglés hizo un reportaje sobre John Montague “4º Conde de Sándwich”, sobre su vida como “jugador” que pasaba horas jugando cartas y mandaba a traer agua, bebidas, pan, carnes y queso y, con el fin de no interrumpir su juego y seguir teniendo las cartas en su mano, optó por tomar 2 panes y colocar en medio el queso y la carne para comerlo. Desde entonces la gente empezó a copiar su forma de comer y de ahí es que le pusieron el nombre de sándwich. Con el tiempo este platillo se volvió más popular entre la aristocracia inglesa y para el siglo 19 ya era común entre la clase media y obrera, como forma práctica y rápida de comer algo. A mediados del siglo 19, la inglesa Elizabeth Leslie introdujo el sándwich a América En 1900, se empezó a vender en las tienditas y misceláneas pan blanco en barra, sin rebanar y para los 1920´s los niños comenzaban a llevarse sándwiches de lunch, donde el relleno más popular era de huevo y jamón. En los 30´s Wonder Bread lanzó a la venta pan de caja blanco y suave en rebanadas. Para estas épocas el sándwich ya era muy popular y considerado como uno de los alimentos más prácticos y fáciles, tanto para preparar, llevar y comer.
Obviamente con los años el concepto de sándwich ha ido cambiando y se han inventado nuevas formas y preparaciones y cada cultura ha adaptado su concepto de sándwich a su tipo de alimentación o sus comidas típicas; si pensamos en un falafel, unas quesadillas o un panini, tienen el mismo concepto de un sandwich pero cada uno con su toque de tradición. Se han implementado nuevos rellenos de sándwich y prácticamente se puede hacer sándwich de cualquier ingrediente. Hoy en día es el alimento más popular y más práctico para llevarse de lunch a la escuela u oficina, de picnic o como desayuno o cena, es rápido de preparar, lo venden ya en todos lados, puede comerse frío o caliente y es fácil de transportar sin que se rompa, aunque hay que saber que pan usar y que ingredientes colocar.
Si lo analizamos nutricionalmente, los sándwiches son un alimento muy nutritivo y una comida completa, aunque también depende mucho de cómo se prepare y los ingredientes que lleva. Ya que si hablamos de un sándwich de queso suave o jamón de pavo, con lechuga y jitomate, mostaza y aguacate, incluye los 3 grupos de alimentos y contiene poca grasa, pero si hablamos de un sándwich tipo hamburguesa que venga con la carne frita, mayonesa y catsup las calorías aumentan, al igual que si es de queso suizo o manchego.
Definitivamente se tiene que tener cierta habilidad para hacer un sándwich apetitoso, ya que hay que saber escoger bien el pan, según de lo que se quiera rellenar -optando de preferencia por un integral-, que no lleve muchos ingredientes que humedezcan el pan o muchos aderezos y evitar que quede tan gordo que no lo podamos comer, así que a la siguiente vez que se preparen un sándwich disfrutan de su historia!

septiembre 02, 2007

MIGRAÑA Y ALIMENTACIÓN ¿EXISTE RELACIÓN?

Mucho se ha dicho sobre las migrañas y su relación con los alimentos que consumimos, sin embargo esto aún no se sabe con certeza y más bien se han detectado algunos alimentos –o sustancias de los alimentos- que podrían ser los detonadores de las migrañas, aunque esto es a tolerancia de cada persona y hay gente a la que le desencadena una migraña cierto alimento y otras personas a las que no.
Sin antes adelantarme a los alimentos que podrían ser los causantes de este padecimiento incómodo, vale la pena explicar que una migraña es un tipo de dolor de cabeza que afecta a algunas personas de manera repetitiva con el tiempo; las migrañas son diferentes de otros dolores de cabeza ya que se presentan con síntomas como náuseas, vómitos o sensibilidad a la luz y en la mayoría de las personas, se siente un dolor pulsátil únicamente en un lado de la cabeza y pueden durar desde algunas horas hasta varios días.
Las migrañas afectan a muchas personas: 11 de cada 100. Los dolores de cabeza tienden a comenzar entre los 10 y los 46 años de edad, pueden ser hereditarios y se presentan con más frecuencia en las mujeres que en los hombres; como dato curioso se ha visto que durante el embarazo disminuyen las migrañas.
Hay muchos factores –o causas- que pueden desatar una migraña, entre ellos: estrés físico o emocional, dolores de cabeza tensionales, cambios hormonales o uso de pastillas anticonceptivas, cambios en los patrones de sueño, reacciones alérgicas, alcohol y cigarro, luces brillantes, ruidos fuertes y algunos olores o perfumes así como saltarse comidas o hacer ayunos prolongados.
Hablando específicamente de los alimentos –o sustancias de alimentos- que se han relacionado a la migraña se encuentran los siguientes:
* Quesos fuertes como Cheddar, Emmentaler, Brie y Cammembert y quesos untables como cottage, queso crema o amarillo, crema agria
* Arenque (preservado en vinagre o deshidratado) ya que contiene tiramina
* Todos los alimentos fermentados, preservados en vinagre o marinados.
* Nueces y crema de cacahuate
* Panes con harinas fermentadas, panecillos y galletitas que contengan queso o chocolate, incluyendo la pizza
* Leguminosas en general (frijoles, lentejas, habas), ya que contienen tiramina
* Plátano, higos, pasas, papaya, ciruela roja, cítricos y cebolla, aguacate
* Salchichas, bologna, pepperoni, salami, salchichas, ya que contienen nitratos.
* Hígado de pollo y paté, ya que contienen tiramina
* Alimentos o bebidas con cafeína como chocolate y cantidades excesivas de té, café o refrescos (procurar no más de 2 tazas al día)
* Bebidas alcohólicas, especialmente el vino rojo ya que contiene tiramina
* Alimentos que contengan glutamato monosódico (MSG) como salsa de soya, tiernizadores de carne, sal condimentada.
Esto no significa que por tener migrañas debemos de suspender por completo estos alimentos, ya que como mencioné al inicio es a tolerancia y no toda la gente es sensible a estos alimentos, por lo que hay que ir probando y descartando. Sin embargo, cuando se presentan migrañas frecuentes, lo más recomendable es llevar un diario de alimentos, anotando todo lo que se consume en varios días y marcando los días que se presente una migraña para tratar de asociarlo a alguno de los alimentos mencionados y de esta manera poder prevenir las migrañas, evitando consumir estos alimentos y algunos de los otros detonadores que mencioné, ya que definitivamente es un padecimiento sumamente molesto que en casos extremos hasta nos tumba en la cama.
Fuente: National Headache Foundation