noviembre 19, 2006

EL CHOCOLATE NO ES TAN MALO COMO LO PINTAN

Creo no mentir sí digo que rara es la persona a la que no le guste el chocolate, ya sea en tableta, en pasteles o en helados y sin lugar a duda es uno de los “alimentos” más populares y deseados; por lo mismo de que sabe tan rico, nos sentimos sumamente culpables cuando lo consumimos. Sin embargo, el propósito de este artículo es informarles sobre los numerosos compuestos y nutrimentos que contiene este “alimento prohibido” que contribuye a nuestra alimentación, el cual en una cantidad moderada no solo no es malo, sino que trae beneficios para la salud.
Revisemos los compuestos y nutrimentos del chocolate, partiendo con la base del chocolate amargo que es el menos procesado y el que nos podría beneficiar ya que más del 60% de su composición es cacao puro. Si separamos y purificamos el chocolate indica tener como compuestos a las grasas, azúcares, proteínas, vitaminas, minerales (hierro, calcio, cobre, zinc y magnesio) así como alcoholes y neurotransmisores (feniletilamina, dimetilxantina, teobromina, entre otras).
Azúcares: Existen diferentes tipos de azúcares las cuales básicamente son hidratos de carbono (H.C) y la que encontramos en el chocolate amargo es la sucrosa (mezcla de glucosa y fructosa) que básicamente es azúcar refinada o simple, al contrario de los cereales que contienen azúcares complejas. Mientras más procesado es el chocolate (como el de leche o confitado) más azúcar va teniendo e incluso algunos tienen jarabes de maíz lo cual los convierten en no tan nutritivos. Por contener H.C., el chocolate nos aporta energía que ayuda a que realicemos nuestras actividades. Además los H.C activan la producción de serotonina, neurotransmisor que actúa sobre los estados de ánimo.
Proteína: Este nutrimento lo podemos encontrar en pequeñas cantidades en el cacao. La proteína ayuda a reparar tejidos y músculos del cuerpo. Chocolates como el Snickers® o Dove® oscuro contienen entre 2 y 3 g de proteína.
Grasa: Como era de esperar, el chocolate también contiene grasa –y bastante- que proviene del aceite de cacao el cual esta compuesto en parte de ácido graso monoinsaturado –como el aceite de olivo- pero también de ácido graso esteárico y palmítico que son saturados, por lo que aún queda en duda sí la acción de la grasa del chocolate afecta o beneficia.
Minerales: Micronutrimentos como hierro, calcio, cobre, zinc y magnesio juegan un papel importante en una variedad de funciones biológicas como el crecimiento, formación de hueso, metabolismo y oxigenación de la sangre. El hierro que contiene podría ayudar o mantener niveles adecuados de hemoglobina; los chocolates con leche o blancos contienen más calcio por el contenido de leche (12-14% de leche en plvo) pero también tienen más grasa.
Antioxidantes/Flavonoides: El cacao contiene flavonoides los cuales son antioxidantes que se han asociado a la prevención de enfermedades cardiovasculares y en disminuir los daños por radicales libres.
Alcoholes y neurotransmisores: La feniletilamina es una sustancia que se produce al fermentar el cacao y esta también se sintetiza por el cerebro en estado de “enamoramiento” que provoca la producción de dopamina y norepinefrina, anfetaminas que producen e inicio un estado de euforia y después al peder ese estado provoca ansiedad. La dimetilxantina, que se obtiene de las semillas maduras y secas del cacao, actúa como relajante muscular, estimulante y diurético. La teobromina, es un estimulante parecido a la cafeína que actúa como diurético y combate el agotamiento.
Cada 100 gramos de chocolate amargo contiene 500 calorías, el cual aporta casi 60 g de hidratos de carbono y 35 g de lípidos. Obviamente estos son números muy altos, pero si se consume en moderación –por decir unos 15 g que son 2 mini Hershey´s- nos da 60 calorías con 10 g de H.C y 4.5 g lípidos. Por más que se ha descubierto que los compuestos del chocolate nos pueden aportar buenos nutrimentos y beneficios, tampoco hay que abusar y procurar consumir mejor el chocolate amargo -en moderación- y sólo consumir los chocolates más procesados muy esporádicamente.

noviembre 12, 2006

TEST: ¿QUÉ TAN SANO ESTAS DEL CORAZÓN?

Desgraciadamente las enfermedades del corazón son la primera causa de muerte en nuestro país y en la mayoría de los casos los signos no advierten a las personas ya que cuando empiezan las complicaciones estas normalmente son silenciosas, como el caso de una hipertensión arterial o de problemas con los lípidos (hipercolesterolemia o hipertrigliceridemia). No es hasta el momento en que ocurre un infarto del corazón, una angina de pecho o arritmias que acudimos al doctor y en muchos casos esto ya resulta demasiado tarde.
Nunca es tarde para saber si tienes riesgos de desarrollar alguna enfermedad cardiovascular, así que checa el siguiente test que es rápido, sencillo y barato y averigua tus riesgos:
1.¿Tienes familiares directos con enfermedades cardiovasculares? Si es así, tu riesgo incrementa ya que la carga genética juega un papel primordial en cuanto a nuestras enfermedades se refiere.
2.¿Cuál es tu índice de masa corporal (IMC)? Para conocerlo divide tu peso entre tu estatura (en metros) al cuadrado es decir: peso Kg/(estatura mts)2, si este es mayor o igual a 30 kg/m2 tu riesgo de muerte por cualquier causa aumenta de 50 a 150%, ya que indica que tienes obesidad.
3.¿Cuál es tu circunferencia abdominal? Dicho de manera sencilla la forma de tu cuerpo es como el de una pera o como de una manzana? tiendes a acumular la grasa en el abdomen o en la cadera? Las investigaciones más recientes recomiendan que los hombres tengan una circunferencia abdominal <90 cm y las mujeres <80 cm, ya que el tener la grasa acumulada a nivel abdominal (precisamente donde se encuentran todos los órganos vitales) nos provoca mayores riesgos de desarrollar alguna enfermedad crónica-degenerativa, como enfermedades cardiovasculares o diabetes. Esta medida se hace atravesando una cinta métrica por el ombligo pasando por los huesitos de la cresta iliaca, con los pies juntos.
4.¿Pasas la prueba del pellizco? Generalmente las básculas ordinarias nos dan únicamente nuestro peso y resulta difícil saber cuando de nuestro peso es grasa, músculo o agua, aunque las más modernas ya nos dan el % grasa. Sin embargo, una forma más sencilla y “casera” de saberlo es haciéndonos un ligero pellizco –sin que duela- en el costado de nuestro torso (donde generalmente se nos acumula más grasita), al nivel del ombligo sin importar de que lado, con el dedo pulgar y el índice; al dejar de pellizcar, sin mover los dedos ver cuánto mide, lo ideal es pellizcar menos de 1.5 cm, pero sí la medida da 2.5 cm o más, significa que tienes más grasa que músculo y ésta ya es una señal de riesgo.
5.¿Conoces tus niveles de presión arterial? Niveles elevados de presión arterial o conocido como hipertensión es uno de los principales factores de riesgo para desarrollar enfermedades del corazón. Sin embargo, esta es una de las enfermedades silenciosas más riesgosas ya que puedes pasar muchos años con la presión arterial elevada sin darte cuenta ya que normalmente no produce ningún síntoma. Una hipertensión descontrolada, con el tiempo puede ocasionar daños en el sistema cardiovascular, los riñones y otros órganos. Lo ideal es mantener los niveles por debajo de 120/80 mmHg, entre 120-139/80-89 mmHg se considera una pre-hipertensión y arriba de 140/90 mmHg se diagnostica la hipertensión dividiéndose en etapas del I a III dependiendo la elevación y, en estas obviamente es necesario el tratamiento con medicamentos.
Estas 5 preguntas sencillas pueden sacarnos de dudas de qué tan sano esta nuestro corazón y prevenirnos de muchas complicaciones. No está de más realizarse un perfil de lípidos (colesterol total, HDL, LDL, triglicéridos) en cualquier laboratorio que es rápido y no tan caro ($300-$400), para conocer los niveles de estos y tener mejores indicadores de nuestros riesgos.
Bien es cierto que cuando decidimos ponernos a dieta, la mayoría de las veces es para vernos mejor y bajar esos kilitos que nos sobran, sin embargo, es más importante bajar de peso para sentirse mejor y beneficiar nuestra salud. Claro esta en que el sobrepeso u obesidad perjudican nuestra salud, pero cabe recalcar que cuando hay riesgos de salud o ya se presenta una enfermedad, la prioridad está en controlar o mejorar dicha condición para logar tener una mejor calidad de vida, donde viene de la mano bajar de peso. Para esto es necesario llevar una dieta correcta e individualizada, con el fin de tratar la enfermedad de cada individuo, además de ir de la mano con algún tipo de actividad física y, en la mayoría de los casos con el adecuado tratamiento médico.

noviembre 05, 2006

EL CONSUMO DE ALCOHOL Y SUS CONSENCUENCIAS

No se sabe con exactitud cuando fue que se inventó el vino, la cerveza o las bebidas alcohólicas pero los historiadores han descubierto que la gente lleva disfrutando estas bebidas desde hace cientos de años. Hoy en día el alcohol sigue siendo parte fundamental de las conductas sociales y la mayoría de la gente lo consume como parte de diversión, para socializar, festejar o simplemente relajarse y, en moderación no tiene nada de malo e incluso algunos científicos aseguran que trae beneficios a la salud específicamente al corazón, pero esta cuestión aún queda en duda.
En lo que refiere al consumo moderado de alcohol, se recomienda que para llegar a un excesop, las mujeres se limiten a una copa al día y los hombres a dos, entendiéndose por copas 1 lata de cerveza, 120 ml de vino o 60 ml (un caballito) de licor o alcohol destilado. Esta recomendación se hace en base a la capacidad de una persona de metabolizar el alcohol donde intervienen el tamaño y la composición corporal, ya que generalmente los hombres tienen más agua en su organismo –sustancia que transporta el alcohol- y el alcohol se diluye más rápido en la sangre por lo que tienen “más aguante” mientras que las mujeres al tener menos agua lo toleran menos; además la mujeres tenemos menos cantidad de una enzima que ayuda a metabolizar el alcohol. A diferencia de los nutrimentos de los alimentos, el alcohol no se rompe durante la digestión y pasa solo a través del estómago e intestino hacia la sangre, absorbiéndose mucho más rápido que los alimentos (si tenemos el estómago vacío se absorbe tan rápido como en 20 minutos); al llegar a la sangre se distribuye por todas las células del cuerpo causando una disminución en la actividad celular. Normalmente, un hígado “sano” desintoxica la mayor parte del alcohol ingerido a un ritmo de 15 ml por hora, sin embargo, mientras más concentración de alcohol exista en la sangre más se tarda el cuerpo en desintoxicarlo. Cuando se consumen 2 copas normales, digamos dos cubas con 60 ml de ron cada una, el cuerpo necesita aproximadamente 3 horas para metabolizarlo.
A diferencia de lo que muchos piensan el alcohol no es un estimulante sino más bien un depresivo, aunque efectivamente el primer efecto que se siente es de alegría, euforia y energía pero en cuanto pasa el efecto nos deprime; además el alcohol disminuye la concentración, la coordinación y los reflejos, provoca somnolencia y afecta los patrones de sueño, causa visión borrosa y problemas con el habla.
Además, el alcohol no cuenta como líquido, es decir no por tomar una copa de vino equivale a beber un vaso de agua, sino al contrario, el alcohol es diurético por lo que acelera la pérdida de agua, razón que provoca el tener mucha sed al momento de la resaca.
Nutricionalmente hablando, el alcohol es la fermentación de los hidratos de carbono, considerando que esto incluye azúcares y almidones y a pesar de que está fermentado igual nos aporta calorías, incluso más que los hidratos de carbono (panes o cereales), dándonos 7 calorías por cada gramo consumido –los hidratos de carbono nos aportan 4 calorías por gramo- es decir que sí tomamos un caballito de tequila (60 ml) y éste contiene 40 o 50% de alcohol esto equivale a 30 ml (o gramos) provenientes de alcohol que aportan unas 200 calorías. Cada bebida alcohólica contiene diferente concentración de alcohol por lo que de esto depende la cantidad de calorías que nos aporta, pero de todas maneras es importante mencionar que estas son calorías vacías ya que no nos dan ningún nutrimento y a la larga, además de que nos perjudican la salud también nos pueden hacer engordar, por eso bien dicen que la “pancita de chelero” no es de a gratis, considerando que sí en un fin de semana una persona se termina un “six-pack” de cervezas estará ingiriendo cerca de 1000 calorías.
Otra desventaja del alcohol es que no nada más no es un nutrimento sino que muchas veces puede interferir en la absorción de nutrimentos como son vitaminas y minerales y algunos medicamentos.
Después de leer esto no quiero desilusionarlos pero espero que al menos algo hayan aprendido y opten por el alcohol como una bebida en moderación