diciembre 18, 2005

ALIMENTÁNDOLOS PARA CRECER: NUTRICIÓN EN LA INFANCIA (PARTE II)

En lo que refiere a la alimentación de los niños –entre los 2 y 6 años- los padres usualmente contribuyen a tres factores principales en sus comidas y colaciones: ¿Qué alimentos se les ofrecen? ¿Cuando se les ofrecen? ¿Y donde consumen los alimentos?, mientras que los niños se encargan de decidir cuales de los alimentos que se les dan los comen y cuanto consumen.
Para lograr que tu hijo esté bien nutrido, crezca y se desarrolle adecuadamente y, adquiera desde pequeño buenos hábitos alimentarios, procura aplicar algunas de estas recomendaciones (o de preferencia todas!):
@ Los niños aprenden de lo que ven, por lo que procura comer con tus hijos y ponerles buenos ejemplos comiendo una variedad de alimentos y haciendo de las comidas un evento importante. Procura no mezclar las comidas con otras actividades como ver la T.V., jugar o hacer la tarea ya que esto le quita la importancia al proceso de alimentarse, pero sabiendo que los niños viven para jugar, quizás resulte útil enseñarles de una forma “atractiva o juguetona” por qué hay que comer y como hay que hacerlo adecuadamente, con el fin de que desarrollen actitudes positivas hacia la comida.
@ Aunque no puedas comer con tus hijos procura estar ahí para supervisarlos, ya que los niños necesitan que alguien los vigile en caso de que se ahoguen o suceda un accidente.
@ Promueve que tus hijos coman sentados, resulta un buen hábito que desde chicos aprendan a no comer mientras caminan, están parados o acostados.
@ Un NO definitivo es usar la comida como premio/castigo, ya que solo promueve que los niños tengan una percepción diferente de la comida –hacia no saludable-, por lo que es mejor premiar o castigar a los niños con atención o afecto.
@ Evita enseñarles a tus hijos que hay “alimentos prohibidos”, ya que esto solo promueve que siempre lo quieran (como si les prohíbes los dulces o refrescos), en lugar, haz parte de su alimentación toda la comida –incluso la chatarra- pero solo de forma muy esporádica.
@ Procura servirles los alimentos de una manera llamativa en cuanto a variedad y colores; resulta útil servirles los alimentos cortados en figuras y acomodárselos de diferente manera para que les llame la atención. También ayuda inventar nombres a los platillos para que así les llame la atención (por ejemplo, barquitos de bolillo a los molletes o platillo volador a una sincronizada, etc).
@ Promueve que tu hijo sea independiente en cuanto a él –o ella- servirse la leche o el jugo o le unte la mermelada o la crema de cacahuate al pan; aunque si puede que ensucien toda la cocina esto ayuda a que desarrollen habilidades y a que tengan mayor percepción de la independencia.
@ Nunca presiones a tus hijos para que coman rápido, ellos necesitan su tiempo y hay que recordar que no tienen la misma práctica que tu en masticar rápido, además de que el comer rápido les provoca estrés. También debemos acostumbrarnos desde pequeños a comer trozos pequeños y masticar bien los alimentos.
@ Es muy común que los niños entre los 2 y 6 años escojan un alimento preferido y lo quieran comer de desayuno, comida y cena y el dárselos no tiene nada de malo, siempre y cuando incluyamos otros alimentos en sus comidas y hagamos el esfuerzo para que se los coman. Resulta útil en cada comida ofrecerles a los niños al menos un alimento que les guste combinado con otros alimentos no tan gustosos o alimentos nuevos, para que la comida les sea más atractiva.
@ Muchas veces los niños prefieren comida más simple y no tan revuelta o condimentada o incluso les molesta que un alimento toque al otro, por lo que es mejor dejarles los ingredientes por separado y permitir que ellos lo arreglen a su manera o escojan que prefieren. Además, debemos acostumbrarnos a que no todos los alimentos que consuman tengan sal o azúcar, porque este es un hábito no tan saludable que pronto nos acostumbramos y muy difícil de dejar.
@ Los niños no son muy afectos a las temperaturas extremas, por lo que hay que evitar darles la comida muy caliente o muy fría.

diciembre 11, 2005

ALIMENTÁNDOLOS PARA CRECER: NUTRICIÓN EN LA INFANCIA (PARTE I)

Durante la etapa temprana de la infancia, la nutrición juega un papel mucho más importante que el simple hecho de nutrir, teniendo un rol primordial en los aspectos sociales, emocionales y psicológicos de sus vidas. Los niños necesitan los mismos nutrimentos que los adultos, simplemente varía la cantidad y, al igual que un adulto necesitan energía que se obtiene de la comida pero esta depende de su peso y su edad.
Incluso es probable que niños y adultos tengan los mismos gustos por ciertos alimentos, pero puede haber diferencia entre la manera de prepararlos, la forma del alimento o las combinaciones, por ejemplo a un adulto le gusta la papa al horno y al niño las papas fritas.
Es un hecho que el ritmo de crecimiento de los niños entre los 2 y 6 años es mucho más lento que el de los bebés, pero de igual forma necesitan energía y nutrimentos para poder realizar todas las actividades de su día y tener reservas para la siguiente etapa de su vida. Este es un punto preciso de recalcar, ya que muchos papás se preocupan cuando su hijo de 3 años no quiere comer y precisamente se debe a que como ya no crecen tan rápido necesitan menos calorías y además están en una etapa donde la comida pasa a segundo término y más bien se dedican a explorar y conocer sus alrededores y usar la comida como un medio para acoplarse en la sociedad, por lo que si tu hijo tiene días con más apetito y otros con menos, no es de mayor preocupación siempre y cuando no notes que baja mucho de peso o deja de crecer.
Como padres también debemos entender que aunque ya no son bebés, tampoco son adultos, por lo que sus porciones deben ser acordes a su tamaño y sus necesidades, ya que por la sociedad en que vivimos fuimos educados a que tenemos que dejar el plato limpio para que la comida no se desperdicie. Para formar buenos hábitos desde chicos un punto básico es no forzar a los niños a comer si no quieren y menos a crearles desde chicos el hábito de comer porciones grandes, ya que se ha visto que estas son las causas principales de obesidad infantil. Debemos respetar cuando un niño dice “suficiente” ya que en ellos todavía no existe la “gula” y saben escuchar bastante bien a su estomago, por lo que hay que conservar este don. Cuando vemos que un niño empieza a jugar con la comida, se nota distraído o manda señales de que ya no quiere más, es momento de quitarles el plato o dejar que se levanten de la mesa.
A continuación les menciono algunos tamaños de porciones que el Centro de Control de Enfermedades y Prevención (CDC) recomienda para niños entre 2 y 6 años:
* 1 o 2 piezas de brócoli
* 1/3 a 1/2 taza de verduras cocidas
* 1/2 taza de salsa de jitomate
* 5 a 7 zanahorias “baby”
* 1/3 a 1/2 taza de melón o puré de manzana
* 5 a 7 fresas
* 1 mandarina chica
* 1/2 a 1 taza de yogurt o leche semi-descremada
* 1/3 a 1/2 taza de arroz, pasta o puré de papa, cereal de caja o leguminosas
* 1 hamburguesa de res o pollo de 60 g
* 1/4 taza de carne molida (res, pavo o pollo)
* 1 pieza de huevo
* 1 o 2 palitos de pan
* 4 o 5 galletas de animalitos
* 1/2 a 1 rebanada de pan o de bolillo
Se recomienda siempre servirles menor cantidad de comida del que creemos que van a comer y dejar que ellos decidan si quieren más.
Debido a que la capacidad de su estomago es pequeña, se considera que los niños necesitan comer de 5 a 6 veces al día –comidas pequeñas- por lo que es bueno darles colaciones o refrigerios saludables. Además los niños suelen ajustarse muy bien a las rutinas, por lo que desde pequeños debemos crearles el hábito de tener horarios de comidas establecidos y no dejarlos comer a cualquier hora –dulces antes de la cena- ni en cualquier lugar –en la cama o parados- ya que esto ayuda a que tengan mejores hábitos alimentarios y se vea reflejado en su estado nutricio de adultos.
Recuerda que como padre, cae en ti toda la responsabilidad de la nutrición de tus hijos y para lograr que esta sea un éxito necesitas reconocer y respetar que entre ti y tu hijo hay diferencias, pero depende de ti que el o ella –desde chico- forme buenos hábitos alimentarios, aprendiendo a tomar decisiones sobre los alimentos que mejor le convienen y dejando que ellos mismos decidan cuanto deben consumir.

diciembre 04, 2005

UNE BUENA NUTRICIÓN: ENSÉÑALOS DESDE BEBÉS

Desde hace varios artículos he hablado sobre la nutrición de los bebés en el primer año de vida, desde que su alimentación comienza con la leche materna o las fórmulas y posteriormente se les introducen los sólido. La alimentación durante el primer año de vida de toda persona es de suma importancia ya que influye enormemente en un adecuado desarrollo y crecimiento, para posteriormente lograr que ese bebé se convierta en una persona sana. Para esto también es necesario que desde bebés se le enseñen buenos hábitos alimentarios y de estilo de vida, ya que finalmente lo que bien se aprende desde chicos no se olvida y si no forjamos ciertos hábitos desde la infancia, de edad adulta ya es muy difícil hacerlo.
Uno de los factores más importantes que debemos estimular desde bebés para formar buenos hábitos es darles una alimentación variada, ya que al ofrecerles diferentes sabores, colores, texturas y formas ayuda a asegurarnos que las necesidades nutrimentales del bebé se alcaancen.
Al igual que los adultos, los bebés también tienen preferencias por algunos alimentos y otros no les gustan. Quizás una semana les guste un alimento y a la siguiente ya no lo quieren comer y esto es normal, pero es bien importante que nosotros no les sigamos el juego y dejemos de darles todos los alimentos que ellos en algún momento ya no querían. Se recomienda dejar de darles el alimento que no quieren algunos días y luego volver a tratar, quizás preparado de alguna otra manera o mezclado con alguna carne o arroz para disfrazar su sabor. Suele pasar que las primeras veces que prueban un nuevo alimento no lo acepten, pero hay que seguir tratando y puede ser que a la 5ª vez ya les guste, ya que la meta es que tu bebé pruebe de todo para que ya de más grande pueda realmente decidir que le gusta y que no. Si desde chicos no los acostumbramos a comer frutas y verduras les aseguro que de adolescentes no sabrán ni que existen.
Otro punto importante es no basarnos en lo que a nosotros nos gusta para alimentar a nuestros bebés, ya que puede haber alimentos que a ti no te gusten pero a tu bebé si, así que dáselos a probar para lograr ampliar su variedad de opciones.
Suele pasar que cuando introducimos los sólidos queremos preparar las papillas en casa para que sepan ricas y el bebé las coma con gusto, pero aquí debemos recordar que estas papillas deben prepararse de forma natural sin agregarle sal, azúcar o algún otro saborizante, ya que los bebés no conocen estos sabores y tenemos que darles la oportunidad de probar los sabores naturales, ya que si desde pequeños se acostumbran a la comida con sal o azúcar, de grandes lo seguirán haciendo y esto no es un muy buen hábito.
Otro factor importante es que tu bebé -durante los primeros 2 años de vida- si necesita grasa en su dieta. Actualmente estamos obsesionados con no comer nada de grasa o cocinar sin grasa, pero tu bebé necesita energía para crecer y desarrollarse, principalmente ácidos grasos como linoléinco o linoléico, que son grasas insaturadas –de origen vegetal-. Por esto, hasta los 2 años es necesario darles leche entera –el primer año leche materna o fórmula y el segundo año leche entera de vaca- y entre los 2 y 5 años si es recomendable recudir un poco su consumo de grasa para que después tampoco se acostumbren tanto. Debemos recordar que no porque necesitan grasa en su dieta, todos los alimentos que les demos deben ser fritos o empanizados, ya que esto también los lleva a formar malos hábitos, pero si introducirles en su dieta la comida cocinada con un poco de aceite de oliva o capullo, mantequilla o productos que tengan grasa como queso amarillo, pavo, galletitas, etc.
En relación a la leche, les sugiero que les pongan un límite con su consumo, ya que a muchos bebés les fascina la leche y es lo único que quieren comer y se llenan tanto con esta que ya luego no quieren comer otro alimento y el problema resulta cuando por tanta leche suben mucho de peso, pero a la vez no obtienen todos los nutrimentos necesarios, como el hierro. Si es cierto que todavía en el primer año su alimento principal es la leche pero es indispensable introducirles los sólidos.
En el momento que tu bebé ya puede agarrar trocitos de comida para alimentarse solo…déjalo! Esta es una señal de que tu bebé se esta desarrollando y el hecho de que el ya pueda tomar la comida es un proceso de estimulación que a la larga lo ayudara a que más adelante ya pueda comer solo.